miércoles, 14 de septiembre de 2011

El recrudecimiento de la crisis frena la expansión de Iberia en América y África


La dirección de Iberia mantiene en los últimos días reuniones con los principales sindicatos con representación en su plantilla para anunciar una nueva estrategia que implica significativos recortes en su operación intercontinental para los próximos meses.

La falta de eficiencia por su elevado consumo en los aviones de la flota de largo radio y el recrudecimiento de la crisis son los argumentos que se han trasladado a las centrales como justificación de una reducción ya programada de dos aviones Airbus 340 en próximos meses de noviembre y febrero y de un tercero para junio.

La flota de largo radio de Iberia está compuesta en la actualidad por 36 aeronaves del modelo 340 de Airbus, con lo que la medida supondrá un recorte del 8% en su capacidad. Los nuevos aviones A 330 no comenzarán a llegar hasta finales de 2012.

Fuentes oficiales de Iberia explicaron que en un primer momento las rutas que se eliminarán como consecuencia de este ajuste serán los vuelos directos entre Madrid y los destinos brasileños en Fortaleza y Recife que se había inaugurado hace poco más de un año. A partir de ahora estos dos destinos se ofrecerán como una extensión de la ruta a São Paulo, usando vuelos en código compartido con la aerolínea carioca Gol.

La compañía no confirmó la eliminación del tercer aparato, aunque reconoció que "está en estudio", igual que la suspensión de "algunas frecuencias" en las rutas de Córdoba en Argentina y de Johanesburgo en Sudáfrica. El portavoz de Iberia señaló que la decisión de reducir la flota de corto radio se ha tomado coincidiendo con la finalización de los contratos de alquiler de los dos aviones mencionados.

Reacción

El anuncio del recorte en la flota y en los vuelos de largo radio ha caído como un vaso de agua fría entre los distintos colectivos de Iberia. Las diferentes fuentes sindicales consultadas han preferido en esta ocasión no aparecer citadas, pero todas han mostrado "sorpresa y preocupación por la iniciativa". A la plantilla le cuesta digerir el escenario que se ha instalado en los últimos nueve meses desde la fusión con British en IAG.

Durante este tiempo, el socio británico ha disparado su crecimiento: un 11% en pasajero por kilómetro transportado, un 10,7% en oferta de asientos y un 5,3% en carga, según las cifras acumuladas entre enero y agosto, ofrecidas por IAG.

Iberia, por su parte, ha mantenido el nivel de negocio anterior a la fusión con un crecimiento del 1,2% en la demanda y del 2,7% en oferta de asientos. La única excepción es el transporte de carga con un crecimiento del 7,3%.

El fundamento del despegue de British Airways desde la fusión, según los datos que ofrece el holding IAG, es el fuerte crecimiento en la demanda de pasajeros de negocios especialmente en los vuelos del Atlántico Norte entre Estados Unidos y el Reino Unido. En términos absolutos, el pasaje de IAG creció el 13% en esta ruta.

Los moderados incrementos de oferta y de pasaje adjudicados a Iberia se han conseguido con cifras muy contradictorias. Por un lado, el número de pasajeros domésticos se vio reducido en un 11,2% mientras que, por otro, la cifra de viajeros a destinos en Latinoamérica creció el 12,8%. En ambos casos los datos responden al tráfico de IAG, pero que en más de un 70% es aportado por Iberia.

En este escenario, el anuncio de que la actividad de largo radio de la compañía española comenzará sufrir los ajustes de capacidad a los que ya se viene sometiendo desde hace muchos meses a sus vuelos en tráfico doméstico, provoca desazón en la plantilla por las incógnitas que se ciernen sobre el futuro de la marca.

La colaboración con Vueling, en mínimos
La ampliación para la inminente temporada baja del acuerdo firmado entre Iberia y Vueling para aportar tráficos de corto y medio radio sobre el hub de Madrid-Barajas quedará reducida a mínimos. Esta es otra de las informaciones que ha sido transmitida a los representantes de la plantilla durante los últimos encuentros.

Según fuentes solventes, a partir de noviembre los seis aparatos de la matriz que fueron traspasados a la filial de bajos costes en marzo, quedarán reducidos a uno o dos. Iberia retomará rutas domésticas significativas, con lo que, además aliviará las tensas relaciones con sus pilotos. La explicación de esta vuelta a la política anterior al pacto con Vueling, según las fuentes citadas, se relaciona con la mala acogida que el operativo ha tenido entre los pasajeros de negocios de la compañía.

La dirección de Vueling, según explicó en su día, se ha esforzado desde marzo en dar una trato diferenciado a aquellos pasajeros de Iberia que volaban en sus aviones a Madrid-Barajas con un billete de Business que les permitiría hacer una conexión con una ruta intercontinental de la compañía. Al parecer Iberia ha detectado que ha bajado la satisfacción de estos clientes por el hecho de tener que viajar en una compañía considerada de billetes baratos.

Fuente: Cinco Días
Autor: Antonio Ruiz del Árbol

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