El aterrizaje del primer vuelo regular de Aerolíneas Argentinas, a 104 días de la erupción del volcán Puyehue-cordón Caulle, en la pista local fue motivo de festejo aquí, donde los 140 pasajeros que descendieron de la aeronave fueron recibidos con aplausos por los operarios de la terminal.
El aeropuerto internacional de San Carlos de Bariloche quedó operativo oficialmente con el arribo del vuelo 1684 de la aerolínea de bandera, que aterrizó en suelo patagónico a las 10.35 bajo un sol pleno y sin registro de viento.
El Boeing 737 proveniente del Aeroparque tuvo un viaje sin inconvenientes y con las butacas totalmente ocupadas en su mayoría por turistas -muchos de ellos brasileños- que ayer por la mañana recibieron en la aeroestación porteña la confirmación que aterrizarían directamente en el destino al evitar la operatoria combinada que, desde hace dos meses, se da con vuelos a Esquel y la continuidad del trayecto por vía terrestre hasta Bariloche.
El descenso de los pasajeros fue recibido con aplausos por parte del personal de la aeroestación, que mostró un movimiento inusual desde el 4 de junio pasado, cuando por última vez aterrizó un vuelo de cabotaje de la compañía Austral.
Con el retorno de los vuelos regulares, que se mantendrán con una frecuencia diaria e irán incrementándose de manera progresiva, el aeropuerto volvió a lucir con sus comercios habituales abiertos al público y un fluido movimiento de transfers, taxis y remises.
"La llegada de este vuelo nos trae una inyección de optimismo importante para empezar a restablecer la operatividad del aeropuerto y dar mayor credibilidad al sector turístico", dijo a La Nacion Daniel González, secretario de Turismo local que recibió a los pasajeros en la estación junto a otras autoridades.
Aerolíneas Argentinas había anunciado la semana anterior que retomaba las frecuencias a Bariloche, luego de obtener la aeroestación el certificado de operatividad emitido por la Administración Nacional de Aviación Civil y tras la colocación de un dispositivo medidor de partículas en suspensión que permite detectar fehacientemente cuándo existen cenizas riesgosas en el aire.
Las condiciones meteorológicas de la última semana, donde se registraron intensos vientos y cenizas en suspensión en exceso, hizo dudar hasta ayer la posibilidad de la llegada del vuelo anunciado.
Se mantienen además los aeropuertos de Esquel y Neuquén como vías alternativas para el arribo de pasajeros a Bariloche, ya que el gobierno provincial comprometió la continuidad de los transportes que por vía terrestre trasladan a los pasajeros desde esas localidades.
Previo a la erupción volcánica, Aerolíneas trasladaba a Bariloche unos 1000 pasajeros diarios y al aeropuerto arribaban 14 vuelos con el aporte de las compañías LAN y Andes, que también realizaban vuelos regulares y aún no informaron acerca del retorno de sus servicios a esta ciudad.
Fuente: La Nación (Argentina)
Autor: Soledad Maradona
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