Mientras aún no es posible rescatar la totalidad de los cuerpos de la tragedia aérea protagonizada por el avión militar chileno CASA C-212 que se estrelló en el archipiélago de Juan Fernández, dejando 21 muertos, la Fuerza Aérea de Chile (FACH) reconoció no saber quién piloteaba la aeronave al momento del accidente en el cual fallecieron connotadas figuras del país andino.
Los dos pilotos que iban a bordo eran la teniente Carolina Fernández, de 26 años, nacida en Antofagasta, y el teniente, Juan Pablo Mallea, de 25 años, oriundo de Magallanes, en el extremo sur de Chile.
De acuerdo con la investigación que realiza la propia Fuerza Aérea, la responsabilidad última sobre el control del avión no ha podido ser determinado y se ha comenzado a dudar sobre la versión de que era Fernández quien estaba al mando.
"En la investigación existen presunciones de que el teniente Mallea venía volando como piloto de la aeronave. Tanto la piloto Fernández como el teniente Mallea eran pilotos operacionales completos en el avión y altamente calificados para volarlo, de modo que no tiene mayor importancia quién venía efectivamente volando la nave. No obstante esto, la responsabilidad del mando y la toma de decisiones en el vuelo es del comandante de la aeronave, en este caso, era la teniente Fernández", dijo el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general Jorge Rojas.
Las dudas se han acrecentado, por cuanto antes del viaje Fernández comentó a su familia que viajaría como copiloto, a diferencia de sus últimos periplos a la isla, en los cuales ella había estado a cargo del traslado de connotadas figuras políticas chilenas, entre ellas el ministro de Defensa, Andrés Allamand, quien hoy está a cargo de la operación de rescate en el archipiélago. También, y durante las confusas horas que siguieron al accidente, ella fue presentada como copiloto del avión siniestrado.
Fernández, cuyos restos fueron identificados ayer jueves, ha sido sumamente criticada por pilotos civiles por su corta edad y presunta inexperiencia, de aproximadamente unas 800 horas de vuelo. Mallea, en tanto, tenía 700 horas a su haber. En defensa de Fernández, buena parte de la sociedad chilena ha alegado una persecución de género en su contra.
La investigación
La justicia, por medio del ministro en visita, Juan Cristóbal Mera, trabaja intensamente sobre un dato que podría llegar a resultar clave: ¿Por qué el o la piloto del CASA C-212 perdió comunicación con tierra, incluso antes de estrellarse, mientras sobrevolaba el aeropuerto de Juan Fernández? Mera se hará cargo de la investigación en reemplazo del fiscal de Aviación, Sergio Sepúlveda, quien ya no tiene competencia en el caso. Distintos personajes políticos chilenos han pedido que el accidente sea investigado por un organismo internacional independiente.
La Fuerza Aérea chilena, en el ojo del huracán por estos días, ha recibido asimismo quejas por haber incluido a civiles en un vuelo militar, con protocolos especiales como no contar con autonomía de vuelo para regresar al continente o la ausencia de una caja negra que permita determinar qué ocurrió efectivamente.
Hoy, en tanto, se llevará a cabo una recreación del vuelo por parte de la Junta Investigadora de Accidentes de la Aviación, dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), a la misma hora del accidente del pasado viernes -poco antes de las 17 horas- para comparar parámetros y determinar altura, velocidad, presión, y la trayectoria seguida por el CASA C-212.
Fuente: La Nación (Argentina)
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