El Gobierno nacional retiró el permiso para operar a la empresa de transporte aéreo Medical Jet que manejaban los hermanos Juliá, detenidos en España por tráfico de drogas.
Ayer se conoció la Resolución 521/11, del titular de la Administración Nacional de la Aviación Civil, Alejandro Granados, publicada en el Boletín Oficial, se resolvió quitar a la empresa las autorizaciones otorgadas para explotar servicios no regulares internos e internacionales de transporte aéreo de pasajeros y carga usando aviones de pequeño porte.
Los hermanos Juliá gerenciaban la firma Medical Jet y están acusados de traficar estupefacientes en un avión que fue alquilado justamente por la firma cuya actividad se canceló ahora.
En la norma se explica que «el presente proceso administrativo es impulsado por el informe Nº 1164 de fecha 30 de diciembre de 2008 de la ex Dirección de Planeamiento y Control de Gestión de Actividades Aerocomerciales», mediante el cual se informó que la compañía «no poseía capacidad técnica al no tener afectado ningún equipo de vuelo a los servicios que tiene autorizados».
Esa falta de «capacidad técnica» que detalla la resolución se debe a que Medical Jet desafectó de los servicios que tenía autorizados Federal Aviation SA -otra empresa aeronáutica de los Juliá- el avión Learjet matrícula LV-ZTH.
La resolución aclara que se instó a la compañía en reiteradas oportunidades, sin que la situación irregular se corrija.
El zar de la Aviación Civil prepara otra decisión tan pronto como la Justicia local se pronuncie sobre la cuestión de fondo: el tráfico de casi una tonelada de cocaína -que se cargó en el predio del aeródromo de Morón, pista cuyos controles comparten la Fuerza Aérea Argentina y la ANAC- y que terminó en Barcelona, España donde fueron apresados los pilotos, Gustavo Juliá, Gastón Miret y el único pasajero del jet Challenger 601, Eduardo Juliá.
El juez en lo penal económico Alejandro Catania, está a cargo de la causa que investiga cómo se cargó el jet en Morón, las conexiones de los Juliá con el Cartel del Valle, que fue el proveedor de los estupefacientes y si en el tráfico hubo apoyo de personal aeronáutico destinado en la base de Morón.
El expediente administrativo que abrió la ANAC acerca del caso Juliá espera el dictamen del juez, se verá si el comportamiento del piloto y copiloto del Challenger, Gustavo Juliá y Gastón Miret, respectivamente, encuadra en las penalidades que establecen las Regulaciones Argentinas de la Aviación Civil. (RAAC) capitulo 61, correspondiente a certificados de idoneidad aeronáutica (licencias, competencia y habilitaciones para piloto). La norma prevé para actos relacionados con el alcohol y las drogas.
(a) La violación intencional de cualquier ley, reglamentación, o disposición relacionada con la posesión, transporte o contrabando de sustancias psicoactivas o estimulantes, será motivo para:
(1) suspender o revocar la licencia o certificado de competencia, luego de poseer la resolución de la autoridad judicial competente, y (2) rechazar la solicitud para la obtención de cualquier licencia, certificado de competencia o habilitación adicional mencionados en esta parte por un período de hasta un año a partir de la fecha de la resolución judicial.
En un principio el Gobierno aseguró que la droga había sido cargada en Cabo Verde; sin embargo esa hipótesis cayó cuando desde España se conoció que la mercancía fue acondicionada dentro del tapizado y en paneles del avión, tarea que se llevó a cabo en el aeródromo de Morón donde el aparato estuvo estacionado por más de 30 días, antes de partir hacia su destino final, Barcelona.
Fuente: Ambito Financiero
Autor: Edgardo Aguilera
No hay comentarios:
Publicar un comentario