“El avión Saab 340-A de Sol Líneas Aéreas no estaba habilitado para volar y debía haberse quedado en tierra”, sostuvo Jorge Pérez Tamayo, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). El representante gremial cuestionó el informe emitido por la Junta de Investigaciones de Accidentes de la Aviación Civil (Jiaac). Si bien admite que “puede haber habido errores de los pilotos”, éstos se inscribirían en una cadena que incluye la falta de comunicaciones –“el piloto ni podía avisar que estaba en emergencia”– y la falta de sistemas de navegación que hubieran permitido mantener la ruta correcta. E insiste en que, según admite el informe oficial, el avión “no estaba en condición aeronavegable”. Afirma que “si se hubiera actuado sobre cualquiera de estos eslabones, el accidente se habría evitado”.
“El Informe Preliminar de la Jiaac (ver aparte), en su punto 2.2.2, dice que ‘no siendo causa del accidente, la aeronave no se encontraba en condición aeronavegable por no haberse cumplido con dos inspecciones obligatorias de las hélices’. ¿Cómo no va a ser causa del accidente que el avión no estuviera en condiciones de volar? El engelamiento también afecta las hélices. Y, en lenguaje aeronáutico, un avión no aeronavegable está fuera de servicio y debe quedar en tierra”, afirmó Pérez Tamayo.
“Y había otro motivo por el cual el avión no podía volar en esa ruta –agregó–: la falta de comunicaciones. El informe de la Junta reconoce que no fueron normales las comunicaciones con Comodoro Rivadavia y que esto se hubiera solucionado mediante un sistema HF (de alta frecuencia), pero el avión no lo tenía gracias a una ‘dispensa’ de la Dirección Nacional de Servicios de Navegación Aérea de la ANAC’. Sin comunicación, el piloto ni siquiera podía comunicarse con el control para decirle que estaba en emergencia. En todas las rutas habilitadas existe la posibilidad de contar con comunicación constante. Si no hay comunicación, el vuelo no se puede hacer. Pero en este vuelo los pilotos llegaron a buscar señal de celular para poder comunicarse: no tenían los elementos básicos de comunicación.”
Además, “el avión debía haber tenido ‘navegación’ propia, para que los pilotos pudieran saber si iban o no por la ruta correcta. Al no haber en esa ruta radioayudas, que desde afuera indican la ruta a los pilotos, el avión debía tener un sistema adicional satelital, que hubiera permitido la navegación propia inercial o por GPS. Y este avión no lo tenía.
–¿Qué opina de los errores que el informe de la Jiaac atribuye a los pilotos?
–Puede ser que haya habido errores de los pilotos, pero, si fue así, serían sólo una de las condiciones causantes del accidente. Si la nave se hubiera quedado en tierra, como correspondía, por no estar en condiciones de aeronavegabilidad, no hubiera habido accidente. En accidentología se admite que cada accidente responde a una cadena de trece eslabones: cada uno es un problema que se suma a otro y a otro. Se puede decir que la causa fue el engelamiento o la falta de comunicaciones o de navegación, pero en realidad se trata de una suma de factores. Y la cadena podía haberse cortado si se hubiese intervenido en cualquiera de los eslabones.
Fuente. Pagina /12
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