Nuevos datos sobre el trágico accidente del vuelo Air France 447 que se estrelló en el Océano Atlántico en 2009 causando la muerte de 228 personas revelan el capitán del avión, Marc Dubois, estaba con una mujer en el momento del incidente.
Según ha informado ABC News, Dubois estaba con la auxiliar de vuelo Gaignard Veronique, que se encontraba fuera de servicio, cuando el avión entró en la tormenta y perdió el control. Al parecer los copilotos avisaron inmediatamente al capitán para que regresara a la cabina, pero éste tardó más de un minuto en contestar a sus compañeros.
Aunque el retraso del capitán y la presencia de la auxiliar de vuelo han sido investigadas, la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA por sus siglas en francés), encargada de investigar qué ocurrió, ya ha asegurado en boca de su director, Jean-Paul Troadec, que "la vida privada del capitán" no es relevante y que duda mucha de la relación entre Dubois y Veronique.
Es cierto que Dubois no había incumplido ninguna norma, ya que se encontraba en su tiempo de descanso permitido tras cuatro horas de vuelo. Sin embargo, el problema fue que el copiloto no supo como mantener el control de la nave y realizó una maniobra incorrecta.
Izo el morro del avión. Un grave error, ya que en cuestión de segundos, el avión empezó a caer verticalmente a 193 kilómetros por hora, hacia un área llamada El Caldero Negro.
Entonces fue cuando los copilotos empezaron a llamar a Dubois. Cuando llegó había pasado más de un minuto y sus compañeros no se habían dado cuenta de que el avión caía a pique. El copiloto creyó que eran los instrumentos los que se habían roto y se escucha en la caja negra como empieza a preguntarse "¿qué está pasando?".
Según el informe final del accidente elaborado por autoridades francesas y publicado por el portal brasileño G1 (pese a que la BEA sólo lo divulgará el 5 de julio próximo en París, los pilotos del vuelo AF 447 no se dieron cuenta a tiempo de que el avión había perdido sustentación por una maniobra equivocada del copiloto, que tenía menos experiencia, y no alcanzaron a corregirla antes de que el Airbus A-330 cayera al Atlántico.
Una vez en ella, se rompieron los medidores de las sondas de velocidad, los tubos de Pitot, unos dispositivos con forma de pistola, que informan al piloto de la velocidad que lleva el avión.
Los comandantes intentaron impedir el accidente en los segundos finales pero el avión llevaba una velocidad tan baja que fue imposible revertir la situación.
Fuente: El Mundo (España)
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