El Estado respaldará la deuda de Pluna SA con ANCAP por ventas de combustible a cuenta de futuras capitalizaciones de la aerolínea, informaron a El Observador fuentes vinculadas a la nueva gestión de la compañía.
Pluna mantiene un pasivo por compras de combustible con ANCAP cercano a los US$ 25 millones, que se compone de una deuda refinanciada en 2010, de la que restan cancelar US$ 5 millones más intereses, a lo que se suman US$ 20 millones por compras recientes pagadas con cheques diferidos a 180 días.
El tema fue tratado ayer en la primera reunión de directorio de la compañía con integración exclusivamente estatal junto al gerente general, Sebastián Hirsch, el único integrante de LeadGate que permanece en la gestión de Pluna tras la salida del grupo inversor y de su líder, Matías Campiani.
En esa instancia se manejó la fórmula que garantiza a ANCAP percibir “en plazos” la deuda generada por Pluna. El primer pago será realizado cuando se concrete la capitalización de la aerolínea con el ingreso del nuevo inversor, que se hará cargo del 75% de las acciones de Sociedad Aeronáutica Oriental –integrada por LeadGate en 67% y por Jazz con 33%– que fueron transferidas el viernes a un fideicomiso administrado por la Bolsa de Valores de Montevideo.
Fuentes vinculadas a la nueva gestión de la aerolínea informaron a El Observador que la capitalización de Pluna SA demandará entre US$ 30 millones y US$ 35 millones, de los que el Estado deberá aportar lo que corresponda a 25% de su participación accionaria.
La decisión estatal da respuesta al pedido de ANCAP de que el Estado “se haga cargo” del pago de los combustibles, como fue aprobado por unanimidad por el directorio del ente la semana pasada, informó a El Observador el vicepresidente de la petrolera, Germán Riet. Además, el gobierno pretende mantener la bonificación en el combustible que recibe Pluna para compensar en parte la diferencia de costos con la región, aunque será un punto a negociar con el próximo accionista mayoritario.
Plan de negocios
Por otra parte, las autoridades trabajan en un nuevo plan de negocios para la aerolínea basado en las rutas de vuelo “rentables”, en el que el mercado brasileño y en particular el aeropuerto binacional de Rivera serán claves.
En paralelo, las nuevas autoridades de Pluna fijaron pautas de gestión que buscarán mantener sin cambios de fondo la operativa actual de la aerolínea, a la espera de que transcurran los 30 días de plazo que solicitó Jazz Airlines para decidir si recapitaliza la compañía y asume el control.
Las declaraciones de una vocera de Chorus Aviation –el holding propietario de Jazz– de que el grupo no invertirá más dinero en Pluna descolocó en un primer momento a las autoridades de gobierno, que veían en la firma canadiense la principal alternativa para rescatar a la aerolínea de bandera nacional.
“No es lo que nos habían comunicado hasta el momento. Nos pidieron tiempo y lo tendrán y si se adelantan, tomaremos las medidas del caso”, dijo el ministro de Transporte, Enrique Pintado, en declaraciones a radio El Espectador.
Más tarde, el propio Pintado y otras fuentes oficiales restaron trascendencia a los dichos de Manon Stuart, vocera de Chorus Aviation, debido a que, según los consultados, responden a una etapa anterior de las negociaciones.
Stuart afirmó a la publicación Canadian Business que el holding “no tiene intención de invertir fondos adicionales” en Pluna. En el gobierno entienden que las declaraciones, publicadas el viernes, hacen referencia a una nueva capitalización de Jazz en el esquema anterior, donde la canadiense aportaba una participación minoritaria dentro de la sociedad privada que poseía el 75% de Pluna. De aquí que se haga hincapié en la aseveración de invertir fondos “adicionales” para recapitalizar, una propuesta que fue rechazada durante todo el período de negociaciones por LeadGate y Jazz. Eso no inhabilita que la aerolínea canadiense adquiera el 75% que hoy integra el fideicomiso.
Además, dos fuentes que participaron de las negociaciones entre los socios privados y el Estado señalaron que el pedido de introducir una cláusula en el memorándum de entendimiento firmado el viernes que extendía por 30 días a Jazz la posibilidad de capitalizar se realizó “a solicitud” de los representantes de la aerolínea canadiense.
Jazz se perfila como la mejor opción para gestionar la aerolínea teniendo en cuenta que comparte un perfil similar al de Pluna.
La aerolínea opera vuelos regionales en Canadá y el norte de Estados Unidos con una flota compuesta en su totalidad con diferentes variantes de aeronaves Bombardier, el mismo fabricante que suministró a Pluna 13 aviones CRJ-900 NextGen.
Colaboración
La primera reunión del directorio de Pluna transcurrió en un “buen ambiente de colaboración y aportes”, dijo a El Observador el presidente de Pluna Ente Autónomo, Fernando Pasadores.
El directorio solicitó en la víspera informes pormenorizados de las diferentes gerencias de Pluna para definir las acciones inmediatas y los preparativos para la zafra de vacaciones de julio, un punto alto en la operativa de la aerolínea, informaron participantes del encuentro. A la espera de la información, la sesión ingresó en un cuarto intermedio y continuará hoy, informó Pasadores
Extender concesión aeroportuaria hasta Rivera
Las autoridades a cargo de Pluna trabajan en un plan de mediano plazo, ya sea bajo la hipótesis de que Jazz adquiera el 75% de la firma o en caso de que se requiera un nuevo inversor. En cualquier situación, se maneja la necesidad de una capitalización de “entre US$ 30 y US$ 35 millones. El plan de negocios será ajustado a los tramos que son rentables”, dijo un participante de la reestructura de Pluna.
En esa línea, se trabaja sobre una flota que no superará los “ocho o nueve” aviones en lugar de los 13 que conforman hoy la compañía.
Para los restantes se buscará la forma de alquilarlos o venderlos, ya que se trata de aeronaves que “no han perdido valor”
en el mercado, añadió. El plan de negocios se centrará en el puente aéreo y en cuatro rutas de Brasil que hoy son rentables (San Pablo, Río de Janeiro, Porto Alegre y Brasilia).
Además, se introducirá como pieza fundamental para el armado de la malla de vuelos el aeropuerto de Rivera, que pasará a ser binacional en un horizonte de no más de un año. Una de las opciones que se barajan es la extensión de la concesión de la terminal de Rivera a Puerta del Sur, que hoy se encarga de la gestión del aeropuerto de Carrasco y el de Laguna del Sauce, dijo una fuente oficial a El Observador.
Fuente: El Observador (Uruguay)
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