La maniobra errónea de un copiloto causó la caída del avión de Air France, que el 1 de junio de 2009 cayó en el Atlántico con 228 personas a bordo cuando volaba entre Río de Janeiro y París, según el informe final elaborado por autoridades francesas que publica hoy por el portal brasileño G1.
Pese a que la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) de Francia sólo divulgará su informe final el 5 de julio próximo en París, G1 dice haber tenido acceso a una copia del documento enviada por las autoridades francesas a las brasileñas.
El portal, del grupo Globo, explica que la legislación internacional prevé que las conclusiones de la investigación de un accidente de este tipo tienen que ser enviadas a los países interesados antes de su divulgación.
De acuerdo con el informe citado por G1, los pilotos del vuelo AF 447 no se dieron cuenta a tiempo de que el avión había perdido estabilidad por una maniobra equivocada del copiloto y no lograron corregirla antes de que el Airbus A-330 cayera al Atlántico.
Los pilotos intentaron impedir el accidente en los segundos finales pero la aeronave estaba a una velocidad tan baja que era imposible revertir la situación, según los datos citados por G1, que no divulga la autoridad de la que obtuvo el documento ni cita ninguna fuente.
Según el mismo portal, la disposición de las informaciones en el panel de comando y el diseño de la cabina de la aeronave contribuyeron a dificultar que la tripulación identificase la maniobra equivocada del copiloto.
Un copiloto había asumido el comando del avión, poco antes de pasar por una tempestad, porque el comandante se retirara para descansar sin haber hecho una clara división de tareas entre sus copilotos, agrega el portal brasileño.
De acuerdo con G1, tras comparar los datos de las cajas negras con las acciones en la tripulación y las respuestas de la aeronave, el informe concluye que el diseño de la cabina, el automatismo del Airbus y la falta de entrenamiento adecuado están entre las principales causas de que los pilotos no se hubieran dado cuenta de que el avión estaba cayendo.
El avión se estrelló en aguas del Atlántico casi cuatro horas después de haber despegado del aeropuerto internacional de Río de Janeiro con 216 pasajeros a bordo, la mayor parte de ellos franceses y brasileños, y doce miembros de la tripulación.
Las conclusiones de la investigación deben servir como base para establecer eventuales responsabilidades penales, ya que la justicia francesa tiene abierta una causa por el accidente, en la que están procesados Air France y Airbus.
Según G1, cuando el avión pasó por una tempestad, la baja temperatura externa congeló los sensores que miden la velocidad y, sin informaciones adecuadas, la propia aeronave se desconectó del piloto automático.
Fue entonces cuando el copiloto asumió el comando y, en una actitud aún no explicada, elevó el pico de la aeronave, lo que accionó en dos ocasiones la alarma de pérdida de sustentación.
Según la versión del portal, con el avión elevándose en medio de la tempestad, la aeronave perdió más velocidad y comenzó realmente a perder sustentación, por lo que la misma alarma tocó cerca de 70 veces, algunas de ellas por casi un minuto sin interrupción.
Como ninguno de los miembros de la tripulación había recibido entrenamiento para casos de pérdida de sustentación de un Airbus a gran altitud y sin informaciones confiables de velocidad, nadie se dio cuenta del error.
El comandante de la aeronave fue avisado del problema y regresó a la cabina pero tampoco percibió lo que había ocurrido y un minuto después la aeronave colisionó con el agua.
Fuente: ABC.es (España)
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