Argentinos tienen un plan de negocios para ir a la subasta en setiembre.
Los empresarios argentinos que administran la aerolínea Sol pretenden que el Estado uruguayo otorgue condiciones de pago “generosas” para adquirir los siete aviones Bombardier que eran de Pluna. De ello dependerá si se presentan o no a la subasta, en la que el gobierno buscará quien se haga cargo de las deudas de la aerolínea de bandera, cerrada hace un mes por insolvencia financiera.
“Lo que nosotros tenemos que ver es cuál es la condición de pago que tendrá el decreto reglamentario (de la subasta), para ver si es aceptable. Esa variable, junto con la reserva de las frecuencias, tiene un costo de capital alto, y entonces el plazo de pago tiene que ser generoso para que no tenga un impacto muy negativo en la rentabilidad de la aerolínea”, dijo a El Observador el director de Sol, Horacio Darré.
Sol es una empresa administrada por cuatro argentinos, que integra, a su vez, el grupo Transatlántica de Rosario (Argentina), conformado además por casas de cambio, empresas de viajes y turismo, y una sociedad de bolsa, entre otros negocios. Opera en el interior de Argentina, desde Tucumán a Río Grande, y tiene 14 frecuencias del puente aéreo de Buenos Aires con Montevideo, otorgadas por la administración argentina, además de viajes a Punta del Este. Para ello utiliza aeronaves pequeñas, de 34 plazas con turbo hélice.
En reuniones con el ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, los argentinos manifestaron su intención de pugnar por el lote de siete aviones y las frecuencias que eran de Pluna en reserva por parte del Estado. Para ello, diseñaron un plan de negocios que incluye, en caso de adquirir las empresas y las frecuencias vacantes de Pluna, volar las 60 frecuencias semanales del puente aéreo entre Carrasco y Aeroparque, las 43 frecuencias desde Punta del Este a Buenos Aires, 14 a Asunción (Paraguay), 14 a Santiago (Chile) y 14 a Río de Janeiro (Brasil).
Pero Sol no tiene previsto contratar al 100% del personal de Pluna, que está en el seguro de paro. El número de trabajadores que contrate la aerolínea se determinará de acuerdo a lo estimado para las frecuencias de los primeros siete aviones. Ese compromiso de contratar personal calificado de la exaerolínea de bandera ahora desempleado, fue también comunicado a la central de trabajadores.
Darré contó a El Observador que, de prosperar la proyección de Sol, en una segunda etapa se ampliarían destinos y se incorporarían aeronaves de mayor porte, para llegar a destinos más lejanos y cubrir demanda de carga.
Los empresarios argentinos dicen tener asegurada la financiación de su plan con capitales privados, siempre y cuando se cumplan las “condiciones” de pago a las que aspiran y el negocio les cierre. “La rentabilidad de este negocio es muy marginal. Por eso se es tan exigente con las condiciones para llevarlo a cabo”, dijo el empresario.
Para Darré, el puente aéreo debería tener 800 mil pasajeros anuales, pero producto de errores en el negocio tiene 550 mil. “Hubo mucho tráfico, que por distintas razones se desvió hacia el transporte fluvial. Eso fue por incompetencia de las líneas aéreas que operaron, y por algunas condiciones que se fueron dando”, aseguró.
El puente aéreo era para Pluna un negocio redondo, pero el titular de Sol mantiene advertencias. “Uno no puede montar una empresa en Uruguay pensando que la va a sostener solamente con el puente aéreo, porque si no hay un trato abusivo del pasajero, que termina optando por otro medio de transporte”, comentó.
Los Bombardier no son los aviones que hubiera elegido Sol, pero ajusta su plan a ellos, explicó el directivo. El gobierno, por otra parte, gestiona con el fabricante una residencia en Uruguay para hacer más viables los repuestos.
Sol, de todos modos, “definitivamente” quiere montar una aerolínea de bandera en Uruguay, sea o no ganadora de la subasta de los Bombardier. En ese sentido, explora acuerdos de operación con todas las aerolíneas de la región que llegan a Montevideo, como Gol, Aerolíneas Argentinas y TAM.
En cuanto a la garantía del Estado, los argentinos entienden que ya existe sobre los siete aviones. El gobierno, en cambio, tiene previsto negociar con el que los adquiera para ponerle un precio.
Hasta el momento, además de Sol, se interesaron por la subasta la venezolana Conviasa, la empresa de transporte urbano Cutcsa, capitales asiáticos y un grupo de exempleados de Pluna, que dicen contar con capitales privados.
Fuente. El Observador
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