Según publica un boletín de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAJAC), del Ministerio de Fomento, el incidente ocurrió el pasado día 14 de abril de 2011 sobre las 08.30 horas.
Algunos pasajeros del avión de Ryanair indicaron a los tripulantes de cabina que habían apreciado un contacto entre ambas aeronaves y éstos lo pusieron en conocimiento de la tripulación de vuelo, que estimó que las dos aeronaves no habían colisionado.
Durante la inspección exterior previa al siguiente vuelo de Ryanair la tripulación advirtió daños en una parte del ala, por lo que se puso en contacto con la tripulación de American Airlines para informales del suceso, que también comprobaron que el avión había sufrido roturas en un estabilizador de la cola.
Según las conclusiones de la CIAJAC, la causa del incidente fue "un error de apreciación de las distancias por parte de la tripulación del avión B737 de Ryanair al pasar por detrás de la aeronave B767 situada en la posición G3 del punto de espera de la pista 25L".
La CIAJAC considera que la asignación de la posición G3 a una aeronave de fuselaje largo como el B767-300 y el posicionamiento de la misma, relativamente alejada de la señal del punto de espera, fueron factores contribuyentes.
El informe apunta que las deficiencias de comunicación entre la tripulación de cabina de pasajeros y la tripulación del vuelo del avión B737 tuvo como consecuencia que la colisión pasara inadvertida y ambas aeronaves continuaran sus vuelos sin una evaluación previa de los daños producidos.La comisión recomienda a Ryanair quel dentro de su programa de formación, reevalue y, en su caso, intensifique los aspectos relacionados con la comunicación entre los tripulantes de cabina y los tripulantes de vuelo.
Además, recomienda a Aena que reevalue asimismo las limitaciones de rodaje aplicables a los accesos de la tercera pista del Aeropuerto de Barcelona.
Fuente: ABC.es (España)
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