La cancelación de tres vuelos internacionales de Aerolíneas Argentinas (AA) por falta de pilotos causó en la noche de domingo y la madrugada de ayer en Ezeiza un revuelo que terminó con violencia entre un pasajero y un empleado de la compañía.
Por falta de pilotos, Aerolíneas tuvo que reprogramar dos vuelos a Madrid y uno a Auckland (que finalmente despegaron ayer a la tarde) y en medio del problema un pasajero que tenía que volar a la capital española terminó agrediendo a un trabajador de AA. Según la versión de la empresa estatal, el cliente se agarró con un supervisor que defendió a una compañera, que había sido “zamarreada” por esta misma persona.
“Fue una discusión que terminó en empujones” , dijeron a Clarín fuentes de la línea aérea, quienes a la vez descartaron que los integrantes de los gremios aeronáuticos hayan agredido a los pasajeros, como trascendió ayer en algunos medios.
Según la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) el empleado, de unos 35 años, fue agredido por un grupo de “pasajeros inadaptados” . “El conflicto era ajeno a APA, y nuestros afiliados por brindar colaboración se vieron envueltos en un hecho de violencia, lo que determinó nuestro accionar, con el propósito de proteger la integridad de nuestros compañeros”, dice el comunicado, firmado por Edgardo Llano, presidente del gremio. El “accionar” fue una huelga de algunas horas del personal de tierra afiliado a este sindicato. “Lo atacaron delante de siete miembros de la Policía Aeroportuaria que no hicieron nada por impedirlo, sino que hasta lo detuvieron”, dijo Llano.
“Un pasajero no puede zamarrear a un laburante porque la culpa no la tiene el empleado, que encima es tratado como si fuera el agresor. Eso no pasa en ninguna parte del mundo”, consideró a Clarín el presidente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Jorge Pérez Tamayo.
Justamente, el conflicto por la cancelación de los vuelos tuvo como protagonistas a APLA y Aerolíneas. Las cancelaciones se dieron porque los pilotos de esos vuelos dieron parte de enfermos y no hubieron reemplazos . “Son medidas encubiertas, el quilombo te lo arman lo mismo”, remarcó una fuente de Aerolíneas. “No había plantel de guardia, llamaron a pilotos que estaban de franco. Lo sabían desde el jueves y no les avisaron a los pasajeros ; ellos armaron el quilombo”, retrucó Pérez Tamayo. Y aseguró que no se trató de un paro encubierto. No obstante, el Ministerio de Trabajo nacional dictó ayer por la mañana una conciliación obligatoria por 15 días, aunque para el titular de APLA “no hubo conflicto alguno”. Para el secretario de Transporte nacional, Juan Pablo Schiavi el conflicto “comenzó justo cuando está la discusión salarial con los gremios”.
Fuente: Clarín
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