Las denuncias realizadas la semana pasada por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) sobre la aparición de restos humanos y partes del avión enterrados en cercanías del paraje rionegrino donde cayó la aeronave de la empresa Sol, fue uno de los motivos por los que los familiares de los fallecidos resolvieron avanzar en la constitución de una asociación civil. La misma se dedicará a realizar un seguimiento del proceso de investigación y de la causa sobre el proceso que está en manos de la justicia de Bariloche.
“Nosotros viajamos hace cerca de un mes allá y nos reunimos con el fiscal que entiende en la causa, pero nos queda lejos y tal vez es más complicado que cada una de las familias busque un abogado querellante. Por eso analizamos esta posibilidad de crear una asociación civil”, indicó Esteban Musacchio, hijo del docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Eduardo Musacchio, fallecido en ese accidente.
Para avanzar en ese sentido los familiares de las víctimas pretenden reunirse en los próximos días, ya que están preocupadas en que avance el proceso de investigación que debe dilucidar las causas de la caída de la aeronave.
Hay que recordar que la noche del miércoles 18 de mayo, el avión de la compañía Sol se precipitó a la altura del pasaje rionegrino de Prahuaniyeu, cuando volaba hacia Comodoro Rivadavia, en el último tramo de un viaje que había iniciado en Córdoba y que había tenido escalas en Mendoza y Neuquén. Fallecieron todos sus ocupantes: 19 pasajeros y 3 tripulantes.
La mayoría de los pasajeros tenía residencia en Comodoro Rivadavia, Neuquén y Mendoza. Esteban Musacchio indicó que antes de la denuncia de APLA ya se planteaba la necesidad de seguir de cerca el proceso. Sostuvo que las familias se sienten “desprotegidas” ante la comprobación de que “la junta que investiga no está haciendo lo que debería”.
“No nos están diciendo la verdad”, cuestionó. Por esa razón, pidió que se investigue debidamente la denuncia presentada el miércoles por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que mostró material fotográfico sobre la existencia de una fosa en la que se hallaron partes de la aeronave y presuntos restos humanos en inmediaciones de donde se estrelló el Saab 340.
DUDAS
A los familiares se les había informado que la totalidad de los restos habían sido levantados y enviados a Buenos Aires para su reconocimiento apenas días después de ocurrido el accidente.
“Hace dos semanas se terminaron los peritajes de ADN y se entregaron los restos. Muchos estábamos esperando la orden para hacer la cremación, otros hicieron sus misas, pero ahora nos enteramos de esta denuncia y dudamos de todo”, admitió Musacchio.
Incluso trascendió durante la última semana que algunos familiares “iniciaron acciones legales ante la ausencia de los restos de sus familiares”, señaló.
Respecto a la denuncia de APLA, debe recordarse que su referente Jorge Pérez Tamayo hizo una presentación ante la Justicia el miércoles por el presunto ocultamiento de pruebas en la investigación del accidente aéreo. Además indicó que solicitó una audiencia al juez Sergio Torres para aportar las pruebas encontradas hace unos quince días en Prahuaniyeu.
Pérez Tamayo relató en conferencia de prensa cómo fue que encontraron los restos y materiales sepultados y volvió a apuntar como responsables de la irregularidad a los integrantes de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreo (JIAA), a cargo del peritaje. “A 48 horas de la tragedia la JIAA empezó mal al informar que fueron 21 muertos cuando eran 22. Desde el vamos no dicen la verdad”, acusó.
En ese marco Musacchio indicó que en estos días se reunieron con los demás familiares y anticipó: “vamos a hacer una asociación civil que nos represente y permita dar difusión a lo que va pasando con esta causa”.
Fuente: Patagónico.net
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