foto. Embraer 190 |
Una luz roja titilante y el sonido de una alarma alertó a los pasajeros de los primeros asientos de que algo extraño estaba sucediendo. El vuelo de Austral 2401 acababa de despegar del aeropuerto de Mendoza con destino a Buenos Aires. La nave, modelo Embraer E–190, tomó vuelo a las 6.10 y cinco minutos después volvió a aterrizar en el aeropuerto mendocino. Un censor indicó que una puerta del compartimiento inferior estaba abierta o mal trabada . Según la aerolínea, al chequear el desperfecto en tierra se constató que fue una falsa alarma .
El avión llevaba cerca de 65 pasajeros y había salido a horario, a las 6 de la mañana. Según contaron algunos pasajeros, en el interior de la nave se percibió una vibración y movimientos bruscos como si se tratara de turbulencia.
Hubo corridas de las azafatas por los pasillos hacia la cabina.
En seguida, se oyó la voz del piloto que informaba que debían regresar a Mendoza.
Según la gerencia comercial de Aerolíneas en Mendoza, el piloto informó a los pasajeros que debían retornar por “una indicación de que la nave tenía una puerta de bodega abierta o mal trabada”. Y que, “por protocolo de seguridad”, no podían seguir volando .
El Embraer, que fue comprado hace menos de un año a Brasil , estuvo en el aire a las 6.10 y se posó sobre la pista del aeropuerto El Plumerillo a las 6.15. Cuando descendieron los pasajeros se revisaron las puertas inferiores y, según la aerolínea, “todas las puertas estaban bien cerradas” . Desde la empresa se comunicó que había sido “una falsa alarma”. Al final, el avión regresó a Buenos Aires cerca de las 15 sin pasajeros.
Mientras esperaban para abordar un nuevo viaje, los pasajeros descargaban los nervios relatando el incidente . Rodolfo Bur contó que cuando el avión tomó vuelo “comenzó a tener una turbulencia importante , sonó una alarma que se sintió en la clase ejecutiva”.
“ Salió corriendo la azafata y se metió en la cabina . Al poco tiempo, el piloto avisó que por una falla técnica debíamos descender”, recordó Federico Romano, un hincha de Tigre que había viajado a San Juan para seguir a su equipo.
Los 65 pasajeros fueron reubicados en alguno de los tres vuelos siguientes. Algunos llevaban 12 horas de espera, porque les habían suspendido un vuelo que debía partir el martes por la tarde desde San Juan. Fueron trasladados en minibús a la ciudad de Mendoza y ayer por la madrugada tenían previsto partir para Buenos Aires.
Pese a la tensión, no hubo pánico entre los pasajeros. Cuando descendieron, les explicaron que el aviso provino de un censor por “una puerta insegura”. Los pasajeros se consultaban entre sí, extrañados . “Era un avión nuevo , de los que llevan pantalla en cada uno de los asientos”, explicó una pasajera. “Sobrevoló bajo y giró varios minutos alrededor de la ciudad; después descendió”, dijo Romano.
Fuente: Clarín
Autor: Roxana Badaloni
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