Es inaudito, un acto de irresponsabilidad total . Todo lo encontrado, tanto los restos humanos como los elementos técnicos que aparecieron enterrados podrían dar una pauta de por qué se cayó el avión de Sol”. Con esta frase y muchos otros detalles, el líder de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Jorge Pérez Tamayo, ratificó ayer l a denuncia hecha el miércoles ante la Justicia por el presunto ocultamiento de pruebas en la investigación del accidente aéreo ocurrido el 18 de mayo en Río Negro por el que murieron 22 personas. Y confirmó que se reunirá hoy con el juez Sergio Torres para aportar las pruebas encontradas hace 15 días en el Paraje Prahuaniyeu.
Acompañado por líderes de otros gremios aeronáuticos, Pérez Tamayo relató en conferencia de prensa cómo fue que encontraron los restos y materiales sepultados y volvió a apuntar como responsables de la irregularidad a los integrantes de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreo (JIAA), a cargo del peritaje. “A 48 horas de la tragedia la JIAA empezó mal al informar que fueron 21 muertos cuando eran 22. Desde el vamos no dicen la verdad”, acusó.
Tanto Pérez Tamayo como quienes lo acompañaban, Edgadro Llano (de la Asociación de Personal Aeronáutico), Ricardo Frecia (Asociación Argentina de Aeronavegantes) y Rubén Fernández (Unión de Personal Superior Aeronáutico) pidieron además la renuncia del presidente de la JIAA, el comodoro Gustavo Graziani.
No obstante, lo que más impresionó a los aeronáuticos en el hallazgo fueron los restos humanos. “Esto tiene nombre y apellido”, dijo Pérez Tamayo señalando una foto de los restos óseos.
Según relató el titular de APLA, Graziani les prohibió la entrada a los peritos de APLA pero sí permitió el ingreso de personal de la empresa Sol, compañía que además trasladó a los miembros de JIAA al lugar del hecho. “Todo eso es inadmisible”, comentó Pérez Tamayo. Voceros de Sol reconocieron a Clarín que su personal tuvo acceso al sitio y también el traslado.
“A nosotros nos permitió el ingreso el juez de Bariloche Leónidas Moldes recién el 2 de junio, cuando se suponía que el rastrillaje estaba completo y la zona liberada y ese mismo día encontramos los primeros restos humanos. Después, por un llamado anónimo, volvimos el 11 de agosto y descubrimos los pozos”, explicaron los gremialistas. Allí encontraron una bolsa de restos patógenos con restos humanos, elementos del avión y otro pozo donde habrían quemado más objetos. “Todas estas piezas son valorables. De una chapa a un hueso. La responsabilidad de esto la tiene la JIAA. Si no se hace bien la investigación nunca llegaremos a una conclusión para evitar otro accidente”, dijo Frecia.
Fuente: Clarín
Autor: Fernando Soriano
como estas santi...yo estoy en la nada ...esto es la muerte y bueno...estas a full con las noticias me ahorras leer los diarios...aguante ros...nos veremos...daniel desde la nada
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