jueves, 19 de enero de 2012

El informe culpa a Airbus del aterrizaje de emergencia de Qantas en 2010


El 4 de noviembre de 2010, el vuelo GF32 se dirigía de Singapur a Sídney cuando tuvo que volver al aeropuerto de partida. El motor explotó pero sus 433 pasajeros y los 26 miembros de la tripulación salieron ilesos del incidente. Tampoco hubo ninguna víctima en la isla de Bantam, Indonesia, sobre la que cayeron partes del motor del avión.

El informe preliminar de la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte, que se ha hecho público hoy, afirma que el incidente se debió a un fallo de fábrica. Por este defecto, un tubo se rompió y entró carburante en el motor, que con las altas temperaturas se incendió.

Tras el aterrizaje de emergencia de este A380, Qantas dejó su flota en tierra durante un tiempo el año pasado para revisar los aviones de este modelo, dado que no era el primer problema de este tipo que aparecía en motores fabricados por Rolls-Royce.

Fuente: Cinco Días

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