La presidenta Cristina Fernández lo había mencionado en su discurso del miércoles pasado. Y ayer fue el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, quien avanzó sobre las críticas hacia las petroleras por el precio del combustible que producen en el país y que utilizan las compañías aéreas para volar.
Se trata del denominado JP1, que fabrican YPF, Shell y Esso y que ahora también forma parte de la cruzada oficial en contra de esas empresas que inició la semana el Ministerio de Planificación Federal con una denuncia por el costo del gasoil para el transporte.
Ayer, Recalde acusó a las petroleras de vender el combustible aeronáutico a precio internacional "pese a que lo fabrican en el país y a que los costos son nacionales".
Según el titular de Aerolíneas y miembro de la agrupación kirchnerista La Cámpora, la empresa "tomará las medidas necesarias para revertir esta situación". De acuerdo a sus datos, Aerolíneas es la principal consumidora de JP1 con un gasto anual de u$s 500 millones. "Habrá que hacer lo necesario para que lo paguemos un poco más barato", advirtió Recalde, sin brindar mayores detalles.
El titular de la compañía aérea local de bandera hizo estas declaraciones en el marco de una visita que realizó ayer junto con el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, a la obra civil que se está realizando en Ezeiza para albergar nuevos simuladores de vuelo.
En 2008, y en el marco del proceso de argentinización de Aerolíneas Argentinas, el Gobierno comenzó a subsidiar el valor del JP1 a través de una Resolución de la Secretaría de Transporte que obligó a las petroleras a entregar el combustible a $ 1,85 más IVA por litro.
Es decir, la diferencia entre el valor pleno y lo que lo pagan las aerolíneas es absorbido desde entonces por el fisco, a pesar de que el precio del JP1 es libre.
Los últimos datos más actualizados disponibles (enero 2010) publicados por la Secretaria de Energía, indican que el precio del JP1 para cabotaje es de $ 3,30 y el mismo producto para vuelos internacionales es de $ 2,50 por litro.
La ley 23.966 de impuesto sobre los combustibles excluyen al JP1 de los productos gravados con este impuesto, aunque continúan gravados con IVA.
La líder del mercado es YPF, que vende prácticamente más de la mitad del combustible aeronáutico que se comercializa en el país y que lo produce en su refinería de Luján de Cuyo, en Mendoza. Compite con Esso y Shell en Aeroparque, Ezeiza y Córdoba, donde se concentra el grueso de la demanda, y está sola en el resto de los centros de abastecimiento.
Según los expertos, la aeronafta sigue la evolución del precio del petróleo en el mercado internacional y, por consiguiente, se alteró al ritmo de sus cimbronazos. Por este mismo motivo y teniendo en cuenta que se trata de un commoditie, tiene un precio relativamente uniformado en el mundo, del cual la Argentina no podría tomar distancia.
Fuente: El Cronista Comercial
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