Atrás quedaron los tiempos en los que viajar en avión se consideraba algo elitista. Las compañías de bajo coste, con Ryanair y easyJet al frente, son ya una de las primeras opciones a la hora de organizar un viaje. Volar es cada día es más fácil y accesible, en parte gracias a los bajos precios que las aerolíneas nos ofrecen, aunque también más incómodo, por lo que cabe preguntarse: ¿qué trucos utilizan las aerolíneas para que ahora volar sea tan barato?
1. Rutas punto a punto. Las compañías de bajo coste no ofrecen servicios de transbordo (en red), por lo que se ahorran el coste del traslado de las maletas de un avión a otro y no tienen que preocuparse de los costes derivados de las conexiones entre sus rutas.
2. Costes del personal. Al operar vuelos punto a punto y solo de corto y medio radio, las low cost nunca pagan hoteles a sus tripulaciones para pernoctar fuera del aeropuerto en el que están destinadas. Los pilotos y el personal de cabina siempre vuelven a su base. Además, sus sueldos suelen ser más bajos que los del personal de compañías aéreas tradicionales.
3. Aeropuertos pequeños. Operar en aeropuertos pequeños y alejados de los principales núcleos urbanos permite a estas aerolíneas evitar los atascos, con lo que ahorran combustible y tiempo.
4. Flota homogénea. Las low cost suelen utilizar flotas modernas y de modelos similares, lo que les permite un ahorro significativo en cuanto al mantenimiento.
5. Servicios reducidos. Estas aerolíneas de bajo coste no sirven comidas, recortan el espacio de las butacas y eliminan la asignación de los asientos, con lo que ahorran mucho tiempo, pero también dinero.
6. Ingresos adicionales. La mayoría de las compañías aéreas de bajo coste promocionan a bordo una amplia gama de regalos y loterías, lo que les aporta significativos ingresos extra.
7. Se paga por todo. La reserva de billetes, la facturación en un mostrador y el derecho a llevar una maleta en la bodega del avión se paga con las aerolíneas de bajo coste.
8. Menos gastos en el aeropuerto. Muchas low cost renuncian, incluso, a tener oficinas de atención al cliente, sustituyéndolos por centros de atención telefónica que implican un alto coste de llamada.
9. Incentivos públicos. Muchas administraciones públicas conceden grandes ayudas económicas a estas low cost para impedir que dejen de volar a sus aeropuertos.
10. Rotación muy alta. Las compañías se preocupan, básicamente, de dos cosas: conseguir el máximo número de vuelos y llenar los aviones al máximo. Un avión solo es rentable cuando está volando, por lo que a más vuelos, más rentabilidad.
Fuente: Expansión.com
Autor: Elena Lozano
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