El proceso que lleva adelante el gobierno para recuperar el terreno perdido en la conectividad aérea, tras el cierre de la aerolínea de bandera Pluna por insolvencia financiera, sigue acumulando palos en la rueda. Las millonarias deudas en dólares y la larga cola de acreedores tienen un futuro incierto, mientras la subasta de los siete aviones Bombardier –el principal activo de la empresa liquidada– sigue rodeada de dudas, a la espera de un desenlace auspicioso.
A todo ello se suma el ingrediente judicial. Además de los varios juicios en torno al cierre de Pluna, la decisión que pueda tomar la Suprema Corte de Justicia (SCJ).
Pero no es todo. Las franjas horarias (“slot”, como se dice en la jerga aeronáutica) del puente aéreo entre el aeropuerto de Carrasco (Montevideo) y Aeroparque (Buenos Aires) que dejó vacantes Pluna (tenía 60 por semana) eran las más rentables y fueron tomadas sobre todo por Aerolíneas Argentina.
Los horarios más codiciados que tenía Pluna son los de las primeras horas de la mañana ( en el entorno de la hora 7.00 y 8.00) y los últimos de la tarde (entre la hora 18.00 y las 19.30) de lunes a viernes. También en los fines de semana, los viernes de noche y domingo de noche, así como las previas de feriados.
Como Aerolíneas Argentinas se quedó con la mayoría de ellas, la empresa de bandera uruguaya BQB, propiedad del empresario argentino Juan Carlos López Mena, no ha podido hacer uso de las 14 frecuencias semanales provisorias que el gobierno de José Mujica le otorgó, puesto que las franjas horarias disponibles no son rentables.
Según explicaron a El Observador fuentes de la empresa, BQB tiene disponibilidad en Aeroparque de volar a las 15 o a las 22 horas, donde la demanda no cubre la capacidad de los aviones y, por ende, no es negocio. Los horarios más apetitosos, en cambio, fueron tomados por Aerolíneas Argentinas y otras empresas que vieron un nicho en el negocio.
BQB inició negociaciones con las autoridades de Aeroparque para intentar obtener franjas horarias más redituables.
Ese mismo problema lo puede tener una futura empresa que se forme con la flota de aviones Bombardier que pone a remate el Estado uruguayo, y utilice las frecuencias de Pluna que están en reserva.
El inconveniente con los horarios sólo puede ser saldado en una negociación entre los gobiernos de Uruguay y Argentina, explicó anoche una fuente del mercado a El Observador. Esa dependencia de la voluntad política de Argentina es una de las principales preocupaciones planteadas por los inversores interesados en la subasta de los aviones.
Cruzar el Río de la Plata era el negocio más redondo que tenía Pluna mientras volaba.
La venta de pasajes desde que cerró la aerolínea de bandera uruguaya cayó 50%, según datos manejados por las autoridades aeronáuticas en Buenos Aires.
Por otra parte, según informaron desde la administración del Aeropuerto de Carrasco a El Observador, la oferta de asientos en el puente aéreo descendió en más de 1.700 desde que cerró Pluna. Antes de la quiebra, había 7.752 asientos disponibles con la suma de las frecuencias de todas las aerolíneas que competían. Ahora, a dos meses del cierre de Pluna, la disponibilidad de asientos para viajar de Carrasco a Aeroparque se ubica en 6.006 asientos, de acuerdo a los datos del aeropuerto.
Entre Aerolíneas Argentinas y Sol ofertan en la actualidad 70 frecuencias semanales, mientras que con Pluna volando había 84.
En tribunales
En el ámbito judicial, la caída de Pluna enfrenta varios juicios. El más importante es el frente abierto por los recursos de inconstitucionalidad que están a estudio de la Suprema Corte de Justicia. Esos recursos que plantean que la ley que se aprobó para darle un tratamiento especial al concurso de Pluna viola varios artículos de la Constitución pero ese fallo puede demorar unos seis meses. Si la Corte declarara esa norma inconstitucional, podría tener efecto sobre la subasta que se realizará el 1º de octubre.
Por otra parte, el concurso judicial, en el que se presentaron y se están presentando los acreedores para reclamar el cobro de las deudas que tiene la empresa Pluna, está suspendido hasta que la Suprema Corte se expida. Una vez que la Corte falle, la jueza de concurso, Teresita Rodríguez Mascardi, retomará el expediente. Si la Corte declara a la norma inconstitucional lo seguirá por el concurso ordinario previsto en la ley 18.387. Por el contrario, si la Corte legitima la ley seguirá el proceso bajo la ley especial que creó el fideicomiso a cargo del Estado.
A su vez, hay otros juicios que se están presentando ante la Justicia laboral o civil para cobrar haberes impagos. Esas personas para cobrar también deberán presentarse en el concurso.
Fuente: El Observador (Uruguay)
No hay comentarios:
Publicar un comentario